La terapia centrada en las emociones, en particular, es una de las tácticas más utilizadas por los consejeros de relaciones para ayudar a las parejas a establecer vínculos más seguros con sus parejas. Uno análisis del Centro de Terapia Centrada en las Emociones de Nueva York demostró que El 90% de las parejas mostraron una mejora significativa después de las sesiones de EFT en comparación con el grupo de control que no recibió dicha terapia.
Examinemos en qué se diferencia de otras estrategias y si también puede beneficiar su relación.
¿Qué es la terapia centrada en las emociones?
Popularizada a lo largo de la década de 1980, la práctica terapéutica ayuda a los clientes a identificar, explorar, aceptar e incluso alterar mejor sus propias emociones. El esencia de EFT tiene sus raíces en nuestra conciencia y relación con nuestras propias emociones, tanto positivas como negativas, potenciando posteriormente la inteligencia emocional y mejorando nuestras reacciones ante eventos y comportamientos externos.
Según un Informe psicológico americano:
“Las emociones se consideran cruciales para motivar el comportamiento. Las personas generalmente hacen lo que les apetece y no lo que dicta la razón o la lógica. De ello se deduce que para lograr un cambio de comportamiento, las personas necesitan cambiar las emociones que motivan su comportamiento”.
EFT se utiliza en una variedad de entornos terapéuticos, como asesoramiento individual y también terapia familiar o de grupo.
¿Cómo se utiliza la terapia centrada en las emociones en la terapia de pareja?
Beneficios de EFT en entornos de relaciones
Toda relación exitosa se basa en una dinámica emocional saludable, en la que cada socio no sólo es consciente de sus propias emociones, sino que también tiene las herramientas para regularlas y también se siente cómodo siendo vulnerable con la otra persona.
En palabras de la Dra. Sue Johnson, una de las fundadoras de terapia centrada en las emociones:
“Para fomentar la conexión no sólo necesitamos pasar tiempo juntos como compañeros, sino también arriesgarnos a compartir emociones más suaves y profundas. Debemos aprender a contener los sentimientos de los demás de una manera que calme nuestro sistema nervioso y nos brinde una sensación profunda de conexión segura”.
Eso hace que EFT sea un enfoque particularmente útil en la terapia de pareja. Tomemos un ejemplo de un intercambio en el que este enfoque podría resultar valioso:
Persona A: ¿Te gustaría salir a algún lugar este viernes?
Persona B: No lo sé, probablemente no quieras ir a ningún lado de todos modos.
Persona A: [Shrugs, rolls eyes, walks away]
En EFT, la respuesta desdeñosa de la Persona B a la pregunta justificaría una mayor exploración si se recreara o se describiera en una sesión de EFT. Tras un examen más detallado, puede revelar que se sienten frustrados porque la Persona A no toma la iniciativa de hacer planes para realizar actividades agradables juntos, algo que la Persona B puede considerar importante como parte de una relación satisfactoria. Por el contrario, la respuesta emocional de la Persona B (que se evidencia al poner los ojos en blanco e ignorar a su pareja) puede derivar de sentir que, por mucho esfuerzo que haga, nunca es suficiente.
Aunque breves, estas reacciones emocionales pueden enseñar mucho a los terapeutas y a sus clientes no sólo sobre la raíz de las discusiones recurrentes sino también sobre lo que se puede hacer para abordarlas.
Etapas de la consejería de parejas con EFT
Por lo general, EFT se administra en un número finito de sesiones (que a menudo oscilan entre ocho y veinte) con algunas fases clave que demarcan el nivel de progreso logrado:
Etapa 1: Desescalada
A menudo, cuando una pareja comienza a recibir terapia, hay un ciclo de comunicación común, en el que una persona puede lanzar una crítica (intencional o no) a su pareja, quien posteriormente responde a la defensiva (intencional o no). Estos intercambios a menudo escalan hasta el punto en que, para empezar, es difícil resolver la discusión original que surgió.
En la fase de distensión, cada pareja debe tomar conciencia de cómo cada uno desempeña un papel en la perpetuación del malestar emocional en dichos intercambios.
Etapa 2: Reestructuración
Una vez que las parejas comprendan cómo sus acciones impactan a la otra persona, los terapeutas comenzarán a introducir orientación sobre formas alternativas de responder, todo con la intención de que estas indicaciones o preguntas ayuden a cada miembro a ser más curioso y empático con los sentimientos del otro.
El objetivo principal de esta etapa es que cada persona de la relación se sienta más cómoda siendo emocionalmente vulnerable y aceptando las necesidades emocionales y de apego de su pareja.
Etapa 3: Consolidación
Una vez que se establece una confianza más profunda en la segunda etapa, los terapeutas ayudarán a las parejas a encontrar formas de comunicarse de manera más efectiva, lo que incluye formas de expresar mejor sus necesidades. Algún nivel de conflicto siempre será parte de toda relación, pero mejorar nuestras formas de discutir viejos problemas y estar en desacuerdo en el futuro es la clave para reducir la tensión y generar confianza.
Cosas a considerar
Si bien esto se aplica a varios enfoques terapéuticos, la terapia de pareja puede poner en primer plano las emociones negativas, particularmente aquellas que las personas han reprimido o han sido reacias a enfrentar durante un largo período de tiempo.
La terapia centrada en las emociones, especialmente durante el asesoramiento sobre relaciones, requiere que abordemos de frente los sentimientos, comportamientos y patrones de pensamiento difíciles. Si bien esto puede parecer vulnerable y, a veces, incluso doloroso, también es mejor hacerlo en presencia de un profesional de salud mental capacitado que pueda ayudar a procesar las heridas emocionales abiertas de una manera saludable.
El artículo anterior fue escrito únicamente por el autor mencionado anteriormente. GoodTherapy.org no comparte necesariamente los puntos de vista y opiniones expresados. Las preguntas o inquietudes sobre el artículo anterior pueden dirigirse al autor o publicarse como comentario a continuación.