La empresa de productos de plástico denominada por su monopolio: Tupper se ha declarado en quiebra en Estados Unidos cerrando así una fuente de trabajo que en su mayoría ocupaban mujeres en venta por catálogos de casa en casa o que repartían entre sus contactos. Si bien el comunicado oficial surgió en Estados Unidos, cabe mencionar que la dirección podría afectar en su comercio en México.
La noticia impactó a los amantes del clásico producto para guardar y almacenar comida, que era reconocido por su calidad para llevar a todas partes, ahora buscan opciones y sobre todo ha puesto en duda su seguimiento en la venta por catalogo durante los siglos XX Y XXI.
El primer recipiente se desarrolló en 1942 diseñado por el dueño de la marca Earl Tupper quien además organizaba fiestas para compartir y vender los productos ahí surgió la idea de hacer una metodología para mostrar los recipientes que tenían en su mercado y vender más allá de su círculo personal.
¿Por qué quebró Tupper?
La quiebra comenzó desde 2003 cuando Reino Unido e Irlanda decidieron cerrar por insatisfacción de los consumidores, otra de las polémicas que llevó a la quiebra a la empresa fue la idea que promovieron sobre ser más amigable con el ambiente que alejó a muchos consumidores de la marca a nivel mundial.
Las deudas en relación con los activos los consumieron y determinaron la quiebra y cierre de sus fábricas y vacantes de trabajo, esto asciende a 1.2 mil millones de dólares y 679,5 millones de dólares en activos.
¿Qué pasará con la venta por catálogo de Tupper?
Este producto clásico terminó de acuerdo con el adelanto de Bloomberg, la pandemia también influyó en esta decisión. Sin embargo pese a la declaración oficial los dueños y personas que se beneficiaban de este recurso se resisten al cambio y comienzan las preguntas sobre los catalogos o cambios en estos.
La empresa en México no desaparecerá y por ello el trabajo y la venta o estrategia de marketing continúa, esto después de que la misma empresa buscara una forma de protegerse para no quedarse sin nada ante sus deudas, su defensa buscó ampararse bajo la Ley de Quiebras, medida con la que entra un comprador al juego como nuevo dueño en lo que saldan sus deudas.
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