Por Ross Barrantes – Abogada Constitucionalista
La gestión de residuos sólidos sigue siendo uno de los desafíos urbanos más urgentes de nuestro tiempo, especialmente en América Latina, donde la rápida urbanización y el crecimiento poblacional ejercen una enorme presión sobre los sistemas de manejo de residuos. El recientemente concluido 8º Taller Internacional de Capacitación sobre Residuos a Energía (WtE), realizado del 27 de octubre al 10 de noviembre de 2024 en Hangzhou, China, se presentó como una plataforma clave para abordar estas problemáticas. Este taller forma parte de una iniciativa de larga trayectoria liderada por la prestigiosa Escuela Internacional de Tecnología de la Universidad de Zhejiang, con el objetivo de compartir las experiencias transformadoras de China en la superación de los desafíos de gestión de residuos. Desde su inicio en 2016, el programa ha capacitado a 206 participantes de 39 países, fomentando la colaboración global y la innovación en soluciones para la gestión de residuos urbanos.
Esta iniciativa surge de una visión audaz: convertir los residuos en energía al tiempo que se combate el cambio climático. La 8ª edición del taller destacó no solo por la profundidad técnica de su programa, sino también por los lazos humanos que se establecieron entre profesionales de diversas partes del mundo.
La crisis de residuos en América Latina
América Latina genera más de 541,000 toneladas de residuos sólidos al día, siendo México y Perú dos de los principales generadores. México produce alrededor de 120,128 toneladas diarias, mientras que Perú genera aproximadamente 23,000 toneladas. A pesar de estas cifras, los sistemas de manejo de residuos de la región enfrentan grandes deficiencias, caracterizadas por bajas tasas de reciclaje, una fuerte dependencia de los rellenos sanitarios y prácticas generalizadas de vertidos a cielo abierto. Los vertederos descontrolados y los basurales abiertos no solo son una fuente significativa de contaminación ambiental, sino también de emisiones de metano, un gas de efecto invernadero 80 veces más potente que el dióxido de carbono a lo largo de 20 años. Esto convierte la reducción de las emisiones de metano en una prioridad urgente para mitigar el cambio climático.
A pesar de estos desafíos, la región cuenta con un enorme potencial para la implementación de tecnologías Waste-to-Energy (WtE). Por ejemplo, la Planta de Biogás Bordo Poniente en México demuestra cómo el metano puede capturarse y transformarse en electricidad. Por su parte, Perú ha comenzado a explorar soluciones WtE como parte de su estrategia nacional de manejo de residuos, reconociendo los beneficios duales de reducir el impacto ambiental y generar energía renovable.
Lecciones de los líderes en gestión de residuos
China y Dinamarca ofrecen valiosas lecciones en gestión de residuos. En 2022, más del 77.6% de los residuos sólidos municipales de China fueron tratados mediante instalaciones de incineración, reduciendo drásticamente la dependencia de los rellenos sanitarios. Ciudades como Suzhou y Ningbo han implementado sistemas avanzados de clasificación y reciclaje, maximizando la recuperación de recursos y minimizando los desechos.
China se ha convertido en el líder global en instalaciones WtE gracias a una infraestructura tecnológicamente avanzada y competitiva en costos. Este éxito demuestra que las tecnologías WtE pueden escalarse de manera eficaz y sostenible, sirviendo como modelo para los países de América Latina que enfrentan crisis de residuos similares.
Dinamarca, por su parte, ofrece un enfoque igualmente innovador con su planta Amager Bakke, que combina la incineración de residuos con la generación de electricidad y calor. Este sistema destaca cómo las tecnologías WtE pueden integrarse en sistemas energéticos sostenibles, contribuyendo a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Capacitación clave para un futuro sostenible
El taller en Hangzhou jugó un papel crucial en la formación técnica de los participantes. A través de un programa que combinó conferencias teóricas, visitas a instalaciones avanzadas y demostraciones prácticas, los asistentes obtuvieron conocimientos aplicables a sus contextos locales. Este tipo de capacitación no solo mejora las capacidades técnicas, sino que también fomenta redes de colaboración entre gobiernos, industrias y comunidades, elementos esenciales para el desarrollo de una economía circular.
La adopción de tecnologías WtE en América Latina enfrenta varios retos, como la falta de financiamiento, infraestructura limitada y bajo nivel de conocimiento público sobre sus beneficios. Sin embargo, las oportunidades son inmensas. En México, por ejemplo, con sus altos volúmenes de residuos, las tecnologías WtE podrían reducir la dependencia de combustibles fósiles y disminuir las emisiones de metano. En Perú, estas plantas podrían integrarse en estrategias urbanas de manejo de residuos, complementando otras medidas para avanzar hacia los objetivos de desarrollo sostenible y cumplir con la estrategia nacional de cambio climático.
WTE contra el cambio climático
Las tecnologías WtE no solo son esenciales para la gestión de residuos, sino también para la lucha contra el cambio climático. Al desviar los residuos de los rellenos sanitarios hacia instalaciones WtE, los países pueden reducir drásticamente las emisiones de metano al tiempo que generan energía renovable, alineándose con compromisos globales como el Acuerdo de París. El liderazgo de China en infraestructura WtE demuestra que estas tecnologías pueden implementarse de manera escalable y rentable. América Latina tiene una oportunidad única para adoptar sistemas similares y abordar sus problemas de residuos mientras contribuye a la acción climática global.
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