Nada sería lo mismo en Exatlón México sin las intervenciones de Antonio Rosique. El presentador del programa, que se suele desarrollar en República Dominicana, acostumbra a atribuirle motes a los atletas según sus habilidades. Pero, ¿De dónde surgió el apodo que carga consigo en las transmisiones de Azteca Deportes?
¿Recuerdas a Terminator, Velociraptor, Black Panther, Red Force, El León Libanés, Sniper, La Bestia, El Hechicero del Aire, Bulldozer, Relámpago y Sunshine en Exatlón México? Todos figuran como apodos que Antonio Rosique le brindó a los competidores a lo largo de las diferentes temporadas.
¿Qué hay del suyo? Todos lo suelen saludar con respeto en Exatlón México, derivado del impulso y efusividad que le otorga a cada circuito. Sin embargo, Antonio Rosique también cuenta con un apodo muy especial. ¿Te imaginas cuál es? Si eres fiel seguidor de su trabajo en futbol, seguro lo conoces mejor que nadie.
Este es el apodo de Antonio Rosique, presentador de Exatlón México
Antonio Rosique, figura de Exatlón México, preserva un apodo muy peculiar. ¿Está relacionado con su pasado en los micrófonos durante las emisiones de juegos de futbol? En realidad, no tiene nada que ver; dista mucho de sus actividades. Se trata de «Manos de Gasero». ¿Lo veías venir? Esta la historia.
¿Quién le puso el apodo Manos de Gasero a Antonio Rosique?
En entrevista con Jorge «El Burro» Van Rankin, Antonio Rosique reveló que el autor intelectual del apodo «Manos de Gasero» fue su compañero Christian Martinoli. El ícono de Exatlón México confesó que el sobrenombre deriva de una burla del cronista, a raíz de una situación ajena al trabajo que experimentó por un lapso muy específico de su vida.
Tengo las manos grandes y pesadas. Hubo un tiempo en que empecé a correr por las mañanas, me aventé 3 meses así. Terminaba, salía de los Viveros de Coyoacán y todos los días me pedía mi jugo de naranja con zanahoria. Pero se me empezaron a pigmentar las palmas de las manos de naranja. Un día Martinoli me ve y me dice ‘¿Por qué tienes las manos naranjas? Parecen guantes de los weyes que llevan el tanque de gas a mi casa’. Comenzó a gritarme ‘el gas’ y con lo de ‘Manos de Gasero’. Ya sabes que cuando él te pone un apodo, se te queda.
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