De acuerdo con un análisis elaborado por la firma de consultoría The Competitive Intelligence Unit (The CIU), que ayer dio a conocer, el mercado mexicano de publicidad digital se caracteriza por “la categórica concentración de mercado a favor de dos jugadores principales (Meta y Google), el ejercicio de prácticas anticompetitivas, la falta de protección de los datos personales de los usuarios y la escasa rendición de cuentas de los agentes involucrados”.
De acuerdo con el análisis elaborado por The CIU, en 2021, el mercado de publicidad digital atrajo una inversión por parte de los anunciantes estimada en 56 mil 144 millones de pesos, monto que representó en ese año el 56% de la inversión total en el mercado publicitario de nuestro país.
El señalamiento hecho por The CIU respecto a los problemas de concentración en la publicidad digital y los indicios de prácticas anticompetitivas, se suma al anuncio hecho la semana pasada por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) en el sentido de que “emplazó a una empresa que presumiblemente abusó de su posición dominante de mercado para realizar conductas probablemente anticompetitivas de ventas atadas o empaquetamientos en el mercado de servicios de publicidad digital y servicios relacionados”.
De acuerdo con algunos analistas, la empresa en cuestión es Google, que pasa por un momento complicado por la serie de investigaciones o procedimientos en marcha que han emprendido en los dos últimos años los gobiernos de Estados Unidos, Francia, Unión Europea o Reino Unido, por citar algunos.
Por ejemplo, apenas en junio de este año, la Comisión Europea informó a Google que encontró que no solo es dominante en algunos mercados relevantes relacionados con la publicidad digital, sino peor aún, que abusó de su posición dominante pues incurrió en prácticas que tuvieron por efecto favorecer sus herramientas y los servicios que presta a través de sus diversas plataformas.
Por ello, esa autoridad europea advirtió a Google que cualquier medida que busque regular su comportamiento en el mercado sería con toda probabilidad muy poco efectiva para corregir la conducta de Google. Por ello, comunicó al gigante tecnológico que el único remedio viable es la separación estructural de una parte del negocio, es decir, que Google podría verse obligado a vender partes de la empresa.
En el caso de México, de acuerdo con lo que establece la ley, y que Cofece dio a conocer en su comunicado sobre el caso, la sanción para la empresa infractora puede llegar a ser de hasta 8 por ciento de sus ingresos en un año, que en el caso de Google, el monto de la sanción podría ubicarse alrededor de 1 mil 500 millones de pesos.
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